¿Puedes nombrar un dúo más icónico que el chocolate y la sal marina? La salinidad de la sal mezclada con la riqueza del chocolate crea una verdadera explosión de sabores.
La línea de cruceros de lujo, Cunard, tiene una misión: revelar la ciencia detrás de esta celebrada combinación y por qué la comida realmente sabe mejor en el mar.
Trabajando con el Prof. Charles Spence, el principal gastrofísico de la Universidad de Oxford, Cunard ha identificado por qué tomar un crucero puede crear una experiencia inolvidable tanto para ti como para tus papilas gustativas.
Según Charles, la comida y la bebida saben mejor cuando te diviertes, lo cual es muy probable cuando viajas en uno de los renombrados barcos de lujo de Cunard.
Esto se conoce como la ‘paradoja del rosado provenzal’, que el Prof. Spence afirma que todos, especialmente los europeos del norte, han experimentado en algún momento de sus vidas.
El Prof. Spence explica:
«Se relaciona con el hecho de que la comida y la bebida parecen saber mucho mejor cuando estamos de vacaciones, ya sea con nuestra familia en el Mediterráneo o viajando solos con el sol en la espalda. Tan agradable, de hecho, que incluso nos tentamos a comprar algunas botellas del mismo vino de vacaciones para llevar a casa y compartir en una fría noche de invierno.
Solo que nunca sabe igual; de alguna manera es decepcionante. La razón es que cuando estamos de vacaciones, es probable que estemos relajados y de buen humor, y la comida simplemente sabe mejor cuando estamos de buen humor. Dado que la gente no suele hacer cruceros por trabajo, es probable que estén felices y relajados en su crucero, lo que hace que la comida y la bebida sepan mejor».
Pero, ¿qué pasa con el aire salado del mar para acompañar tu chocolate? La sal es un conocido potenciador del sabor que ayuda, por ejemplo, a enmascarar la amargura en el agua tónica o el pomelo, al mismo tiempo que realza el sabor de muchos otros alimentos.
Como la sal suprime la amargura y acentúa la dulzura, es el acompañamiento ideal para el chocolate, probablemente funcionando mejor con un chocolate negro más amargo que con chocolate con leche o blanco.
Las propiedades que realzan el sabor de la sal podrían no ser la única razón por la que la comida sabe mejor en el mar, ya que, según el profesor Spence, incluso ver, oler y escuchar el mar también puede conceptualmente predisponer las nociones de salinidad, mejorando así aún más la sensación.
«Mirar el mar mientras simultáneamente se huele y se escucha el océano, es probable que predisponga a la salinidad, lo que conduce a una forma más cognitiva de mejora del sabor. En un experimento que realicé con un destacado chef hace unos años, pudimos demostrar que escuchar los sonidos del mar hacía que el marisco supiera mejor».
En este caso, la combinación del aire salado del mar complementa y realza perfectamente los sabores del chocolate de calidad, ofreciendo un contraste distintivo entre las notas saladas, dulces y amargas del chocolate.
La investigación también muestra que estar cerca y ver los tonos del agua tiene un efecto beneficioso en nuestro bienestar social, cognitivo y emocional.
El efecto en el estado de ánimo y el bienestar de estar junto al agua combinado con el icónico dúo de sabor de la sal marina y el chocolate, entonces sugiere que, de hecho, sabrá mejor mientras estás en un crucero de Cunard.
Así que ahí lo tienes. La prueba científica de que la comida realmente sabe mejor en el mar, especialmente cuando se trata del icónico dúo de sabor de la sal marina y el chocolate.
Y qué mejor manera de experimentarlo que en un lujoso crucero de Cunard, donde puedes disfrutar de la cocina gourmet, impresionantes vistas al océano y un ambiente relajante que mejorará tu estado de ánimo y tus papilas gustativas.
